El Comandante que no había leído la Correspondencia (Matutina De Jóvenes - 27 De Septiembre)

También ustedes deben estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen. Mateo 24:44

Chuck Yeager, el famoso héroe de guerra y piloto de pruebas que superó la barrera del sonido por primera vez, en su autobiografía habla de su vuelo trasatlántico con la famosa mujer piloto Jackie Cochran a fin de visitar la Unión Soviética. Antes de salir habían recibido el permiso del Estado Mayor de la Fuerza Aérea para su abastecimiento y servicio de mantenimiento. El general previamente había enviado cartas a los comandantes de las bases que encontrasen en la ruta.

Una de las primeras paradas fue en Presque Isle, Maine, en los Estados Unidos, alrededor de las dos de la madrugada. Casi se les había terminado el combustible cuando se acercaban al aeropuerto. Pero cuando se pusieron en contacto con la torre de control, les negaron el permiso para aterrizar. Yeager dijo que tenían permiso del general White, pero el personal de la torre sencillamente contestó: “También lo tiene Marilyn Monroe”.

Discutieron unos momentos por radio. Finalmente Yeager les dijo que era una emergencia y que tendrían que dejarlos aterrizar pues ya no les quedaba combustible. La torre de control amenazó con apagar las luces de la pista de aterrizaje, pero ellos aterrizaron. Tan pronto el avión se detuvo, lo rodearon agentes de seguridad de la Fuerza Aérea que escoltaron a los tripulantes, detenidos, a la base de operaciones. Al final, llegó el comandante.

-Retírense inmediatamente -les dijo-. Esta base está cerrada al tráfico civil.

Jackie Cochran pidió permiso para hacer una llamada telefónica con su tarjeta de crédito, aun cuando eran las dos y media de la madrugada. Despertó al general White en su casa de Washington y le explicó la situación. White pidió hablar con el comandante de la base.

Cuando ella le pasó el teléfono al comandante, este se puso en posición de firmes, murmurando:

“Sí, Señor” una y otra vez mientras hablaba con el Jefe del Estado Mayor.

Cuando colgó dijo a Jackie:

-Señora Cochran, tiene todo lo que desee o necesite a su disposición, incluyendo esta base aérea.

El comandante no había leído la correspondencia. No sabía que esos huéspedes tan importantes pasarían por su base. Hoy muchos no saben que Jesús pronto vendrá. Incluso algunos que lo saben no están preparados.

Y tú, ¿ya leíste “la correspondencia”? Léela, porque pronto vendrán visitantes importantes a esta tierra, Jesús y sus ángeles. Sería muy grave que no te prepararas para recibirlos como corresponde.

“¿Sabías qué…?”

Por: Félix H. Cortéz